viernes, 5 de noviembre de 2010

Cuando el diablo no sabe qué hacer...



… con el rabo mata moscas. Esta es la imagen que nos suscita la nueva ley que se va a presentar sobre la elección del apellido por parte de los padres. “Es una paso más en la igualdad de género que promueve el Gobierno” y, como puede uno darse cuenta, estamos en un sinvivir pues es un asunto que preocupa enormemente a todos los españoles. Perdón, y españolas.

Las disposiciones actuales permiten la elección en primer lugar del apellido materno o paterno, siempre que haya acuerdo entre los padres, en caso de desacuerdo prevalece el del padre.  Una vez cumplida la mayoría de edad, el niño puede cambiar los apellidos a su gusto.

¿Qué es lo que va cambiar? Que el apellido paterno no tenga preeminencia en caso de discordia y se establecerá la prioridad por orden alfabético. Con esto se evita que el malvado padre no quiera llegar a un acuerdo. Todo en aras de la sacrosanta igualdad.

Piensan que esto hará que el progenitor no tenga otra opción que el acuerdo, aunque su apellido empiece por A. ¡No se lo cree ni el más tonto del lugar!  ¿Y aquella mujer cuyo apellido comience por esa misma letra, llegará fácilmente a un pacto con su marido o más bien dejará que actúe el orden alfabético? Esto deja la situación prácticamente como hasta ahora pero con la siguiente variación: sustituimos el padre por una letra del abecedario y de paso discriminamos los apellidos que comiencen por las últimas letras. ¡Buen cambio!

Habría que llegar a una fórmula que no beneficie a ninguno de los dos en caso de discordia. Alemania lo deja en manos del azar y Francia en las del juez. Incluso jugárselo a los chinos me parece una opción menos conflictiva que la propuesta.

  • Bolivia, Colombia, Chile, Méjico, Perú, Venezuela, Ecuador y alguno más utilizan dos apellidos, primero el del padre y segundo el de la madre. España también pero con opción de alterar el orden en el primer hijo, manteniéndolo  así para los posteriores.
  • Portugal utiliza dos apellidos, primero el materno y en segundo lugar el paterno.
  • En Suecia se puede elegir el orden de los apellidos y en caso de desacuerdo prevalece el de la madre.
  • Gales y Brasil utilizan solamente el apellido materno.
  • Alemania un solo apellido con elección entre el paterno y materno.
  • Italia y Francia pasaron del apellido único paterno a incorporar el de la madre y permiten además elegir su orden.
  • Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Gibraltar, Irlanda, India, las provincias de habla inglesa de Canadá, Dinamarca, Argentina y Estados Unidos usan un solo apellido, el paterno. Es más, las mujeres tras el matrimonio pierden su apellido y toman el del marido o en algunos casos lo suman al suyo. Argentina permite la inscripción de ambos.

Como se puede comprobar hay de todo, como en botica, aunque el tema de igualdad en este asunto no parece ser, de momento, un obstáculo infranqueable para la convivencia conyugal en el resto de países. ¿En España sí?.

Es que algunos (perdón, y algunas) no han entendido aquello del culo y las témporas.

4 comentarios:

Francisco Espada dijo...

Me pregunto qué podrán hacer en el futuro los aficionados a la genealogía como mi amigo Felipe.
Lo más interesante es eso del azar; un azar más que viene a sumarse a la lotería, la primitiva, la loto, el bingo, los cupones, las tragaperras... ¿pero de qué estamos hablando?

esteban lob dijo...

Interesante descripción mundial, estimado Felipe, de una situación más común de lo que parece: el desacuerdo en los apellidos.

Que tengas una buena semana.

Josefa dijo...

Hola: Cada día que se anuncia una nueva léi me hecho a temblar este gobierno no sabe que hacer para fastidiarnos a todos.
Me encanta este blog.
gracias por tu comentario en el blog de Josefa. Espero verte ha menudo por él.
Saludos.

unjubilado dijo...

Curiosa representación de lo que cada país hace.
Me ha llamado la atención lo del azar, ya que en cierta ocasión unos compañeros nos jugamos a cara o cruz algo que no recuerdo, echamos la moneda al aire (cien pesetas) y la dejamos caer al suelo.
La puñetera se quedó de canto.
¿Como se llamarán los hijos del azar?
Saludos